Más de las dos terceras partes (67%) de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) a nivel mundial no han podido obtener financiamiento suficiente, o ninguno, en al menos una o más ocasiones, según un nuevo informe de la plataforma de banca en la nube, Mambu. Esta tendencia es ligeramente más pronunciada en América Latina, donde el 68% de las Pymes tampoco ha podido conseguir el capital necesario o adecuado en los últimos cinco años para cubrir los requerimientos de su negocio en al menos una ocasión.
El informe "Pequeña empresa, gran
crecimiento" encuestó a más de 1,000 propietarios de Pymes en todo el
mundo, incluyendo participantes de diversos mercados, que crearon su empresa y
han solicitado un préstamo empresarial en los últimos cinco años. El estudio
revela que la dependencia de las redes personales ha aumentado un 11% durante
la pandemia, con la reducción del acceso al capital externo para las Pymes.
A pesar del auge que ha experimentado
el sector por la creación de nuevas Pymes en los dos últimos años, el acceso al
financiamiento sigue siendo un impedimento constante ya que el 32% de estos
negocios tiene dificultades para conseguir capital inicial, cifra que se eleva
al 33% de las Pymes que se prevé se lanzarán próximamente.
A nivel global, casi la
mitad (43%) de las Pymes han tenido que recurrir directamente a amigos y
familiares para obtener préstamos, cifra que se eleva al 47% entre las empresas
creadas a partir de marzo de 2020 y al 48% de las que lo harán próximamente. En
toda América Latina se observa una tendencia similar a la hora de conseguir
préstamos, ya que más de la mitad de los encuestados (56%) de la región
recurren a amistades y familiares. Las otras dos principales fuentes de
financiamiento identificadas fueron los bancos tradicionales o las sociedades
de crédito hipotecario (35%) y los fondos personales (28%).
En términos generales, el 34%
de las Pymes que no pudo conseguir suficiente financiamiento, experimentó
problemas de flujo de efectivo; el 33% no pudo lanzar nuevos productos
o servicios y el 30% no pudo realizar contrataciones efectivas.
En América Latina,
concretamente, se enfrentan a retos cruciales como no poder crecer (29%),
dificultades para pagar a los acreedores (28%), la incapacidad de lanzar nuevos
productos o servicios (21%) y la imposibilidad de hacer contrataciones
efectivas (21%).
A nivel mundial, para las
Pymes de mayor tamaño, con 101-250 empleados, la imposibilidad de acceder al
financiamiento ha restringido su capacidad de contratar (40%), ampliar su
escala (36%) o invertir en actualizaciones o mejoras (36%).
Los hallazgos de Mambu
coinciden con el aumento de los
préstamos alternativos, ya que las Pymes se dirigen a los bancos emergentes (challenger banks) y a las tecnologías
financieras (Fintech) para superar los obstáculos habituales. La oportunidad
para los nuevos actores es evidente, ya que la gran mayoría (92%) de las Pymes
a nivel mundial afirma estar abierta a cambiar de entidad crediticia para
obtener un apoyo digital diferente o más sencillo.
Prácticamente la mitad
(49%) de las Pymes menciona mejores beneficios e incentivos en los préstamos
como la principal razón para cambiar de institución crediticia. Además, el 47%
cambiaría por mejores opciones financieras y el 35% por servicios digitales
mejorados.
Mientras tanto, en
América Latina, la gran mayoría (92%) de las Pymes consideraría cambiar de
entidad crediticia si un competidor proporciona una mejor oferta o la mejora,
siendo las razones más comunes mejores opciones financieras (69%), mejores
beneficios e incentivos de préstamo (60%), mejores servicios digitales (31%), y
productos y servicios a la medida o personalizados (31%).
Aparentemente, la demanda
de más opciones digitales está directamente relacionada con la pandemia. Dos
terceras partes (66%) de las Pymes que se crearon después de marzo de 2020 y de
las que se lanzarán en un futuro próximo, señalaron que los servicios digitales
son un factor importante a la hora de otorgar préstamos, en comparación con
sólo el 53% de las empresas que se crearon antes de esa fecha.
“Las Pymes son el motor de la economía mundial y las
responsables de impulsar el crecimiento, la creación de empleo y la
recuperación tras la pandemia. Pero se enfrentan a grandes desafíos. El acceso
al financiamiento externo se ha complicado durante la pandemia, debido a la demanda
récord de financiamiento y al aumento de las fricciones en el proceso de
préstamo. No es de extrañar que las Pymes estén dispuestas a ‘abandonar el
barco’ en busca de mejores servicios y que sean más accesibles”, dijo Eugene Danilkis, CEO de
Mambu. “Si las entidades de crédito
quieren diferenciarse, deben transformar y modernizar sus experiencias
financieras para garantizar el éxito de las Pymes; esto incluye una
incorporación y una toma de decisiones de préstamo más rápidas, aprovechando el
poder de la nube y ofreciendo productos móviles y digitales”.
Las instituciones
financieras deben esforzarse más para facilitar los complicados procesos de
solicitud de préstamos. El estudio reveló que la duración de la solicitud de un
préstamo es una de las principales consideraciones de las Pymes para elegir una
entidad crediticia.
Más de tres cuartas partes
(76%) de las Pymes de todo el mundo mencionaron la rapidez del proceso de
solicitud como una de las tres consideraciones más importantes a la hora de
buscar financiamiento externo, a la par que las condiciones de amortización a
largo plazo (76%) y ligeramente por detrás de las tasas de interés bajas (81%).
En lo que respecta a la
mejora del proceso de solicitud, la mayoría de las Pymes señaló su interés por
un proceso de decisión de préstamo más rápido (79%), condiciones de préstamo
más flexibles (78%), ofertas y servicios a la medida (76%), y requerimientos de
garantía mínimos o nulos (75%). Los encuestados latinoamericanos indicaron
intereses similares, pero con porcentajes de respuesta más altos y en un orden
diferente: condiciones de préstamo más flexibles (92%), proceso de decisión de
préstamo más rápido (89%) y ofertas y servicios a la medida (82%).
De acuerdo con
la encuesta mundial, los obstáculos más comunes que las Pymes enfrentan para
obtener financiamiento son la falta de capital inicial (30%), los trámites y la
administración excesivos en el procesamiento de préstamos (28%) y el flujo de
efectivo que no se considera lo suficientemente sólido (27%). Los mayores
obstáculos al financiamiento en América Latina son similares, incluyendo la
falta de capital inicial (44%), demasiados trámites o procedimientos
administrativos (35%) y un complejo proceso de solicitud (22%).
En América Latina, las
Pymes se consideran un motor para la recuperación económica tras la pandemia.
Las Pymes encuestadas en toda la región, mencionaron que el acceso al
financiamiento les ayudaría a poder mantener el control financiero sin tener
que traer a socios de capital (41%), a ser capaces de impulsar los desarrollos
clave del negocio (35%) y a expandir el negocio en aspectos como la
contratación (34%).
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