El etanol, un compuesto que se mezcla con la gasolina para mejorar su octanaje, ha sido promocionado como una alternativa sostenible. Sin embargo, su impacto en los motores de motocicletas y automóviles plantea interrogantes importantes que los conductores deben considerar. Este aditivo, aunque ofrece beneficios en ciertos contextos, también presenta desafíos técnicos que podrían afectar el rendimiento de los vehículos.
"La mayoría de los motores que circulan en Guatemala, especialmente los de las motocicletas importadas, no fueron diseñados para funcionar con mezclas de combustible, por lo que, introducir mezclas con etanol en cantidades superiores al 10% podría generar un desgaste prematuro en componentes críticos como los sellos y las mangueras", explica el ingeniero Obed Marroquín, experto en etanol y energías renovables para ASIM.
Uno de los principales retos del etanol es su capacidad para absorber humedad, lo que puede provocar corrosión en los sistemas de combustible y acumulación de residuos en partes clave como carburadores e inyectores. Además, este aditivo tiene una densidad energética menor que la gasolina pura, lo que se traduce en un menor rendimiento por litro.
No se trata de estigmatizar el etanol, sino de entender sus limitaciones y de educar a los conductores sobre cómo podría afectar el cuidado de sus vehículos y, a largo plazo, el medio ambiente. Por ello, ASIM desmitifica tres conceptos comunes sobre este tema:
- Mito: El etanol siempre es más ecológico.
Realidad: Aunque reduce ciertos contaminantes durante la combustión, su producción puede implicar un alto consumo de agua y tierras cultivables, lo que genera un impacto ambiental significativo.
- Mito: Todos los motores pueden usar etanol sin problemas.
Realidad: Los motores no diseñados para combustibles con etanol pueden requerir ajustes para prevenir daños y mantener un buen rendimiento.
- Mito: No se necesita mantenimiento adicional para usar etanol.
Realidad: La absorción de humedad por parte del etanol puede incrementar la necesidad de limpiezas y revisiones frecuentes del sistema de combustible.
"La educación vial no solo se trata de seguridad en la carretera, sino también de informar a los usuarios sobre los productos que afectan sus vehículos y sus bolsillos. Es esencial que los conductores sepan cómo mantener sus motores en óptimas condiciones ante cualquier posible cambio en los combustibles disponibles", agregó Marroquín.
ASIM reitera su compromiso con la educación y el bienestar de los conductores, invitándolos a mantenerse informados sobre temas relevantes para su seguridad y el cuidado de sus vehículos.
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