La Dra. Mónica Cordón, oncóloga médica de nuestra Unidad de Oncología, comparte que este día es una oportunidad para crear conciencia: "Detectar a tiempo un tumor aumenta significativamente la posibilidad de que una persona se convierta en sobreviviente de cáncer".
Una historia de fortaleza y vida
Recuerda con especial cariño a una paciente de 42 años, madre de tres hijos adultos, que llegó a consulta con una lesión en la mama derecha. Acompañada de su esposo y con gran preocupación, recibió el diagnóstico: cáncer de mama. Sin embargo, lejos de ser una sentencia, la Dra. Cordón le explicó que el cáncer hoy puede ser visto como una enfermedad crónica, con tratamientos modernos y menos tóxicos, que permiten una vida plena durante y después del tratamiento.
Tras cirugía, ocho ciclos de quimioterapia, radioterapia y un tratamiento hormonal de cinco años, la paciente ha recuperado su rutina. "Siguió horneando pasteles y manteniendo su vida activa, con controles cada tres meses. Actualmente goza de buena salud", afirma la doctora. Ella, como muchos, es testimonio de que es posible salir adelante.
También relata el caso de una paciente de 28 años con un tumor ovárico, que tras varios síntomas gastrointestinales inespecíficos fue diagnosticada gracias a estudios de imagen. Tras tres ciclos de quimioterapia, ha superado los cinco años de seguimiento, lo que médicamente la convierte en una sobreviviente.
“El miedo es normal”, dice la Dra. Cordón, “pero por eso existen las vigilancias: para acompañar tanto física como emocionalmente a quienes viven esta experiencia.”
Acompañamiento: un pilar del tratamiento
El diagnóstico de cáncer aún se asocia, erróneamente, con una sentencia de muerte. “Hoy sabemos que no es así. El acompañamiento emocional es clave, y debe estar presente desde el diagnóstico hasta la etapa de seguimiento", afirma la especialista. Psicólogos, terapeutas y psiquiatras forman parte esencial del equipo interdisciplinario que da soporte tanto al paciente como a sus seres queridos.
Avances médicos que salvan vidas
Los tratamientos han evolucionado notablemente. La clave está en el diagnóstico oportuno, que permite abordar la enfermedad en etapas tempranas. La Dra. Cordón explica que los estadios del cáncer van del 1 al 4, siendo el primero ideal para buscar la curación, y el cuarto enfocado en controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. “Cada vez hay más opciones terapéuticas personalizadas que ofrecen mejores respuestas y menor toxicidad”, agrega.
Vivir después del cáncer: recomendaciones para sobrevivientes
Quienes han superado un tratamiento oncológico pueden tomar medidas para preservar su salud:
- Mantener una alimentación equilibrada.
- Hacer ejercicio al menos 30 minutos al día.
- Dormir un mínimo de 8 horas.
- Evitar hábitos nocivos y reducir el estrés.
- Disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.
“La vida después del cáncer merece vivirse con calidad y alegría”, resalta la Dra. Cordón.
La genética, una clave para el futuro
Por su parte, el Dr. Obiols, especialista en onco-genética, recuerda que el cáncer es una enfermedad genética, resultado de mutaciones que alteran el comportamiento de las células.
Estas mutaciones pueden ser adquiridas por factores externos (como el tabaco, químicos, la radiación o ciertos virus), pero también pueden ser heredadas. De hecho, aproximadamente el 20% de los casos de cáncer en el mundo tienen un origen hereditario. Hoy conocemos más de 700 genes asociados al cáncer, de los cuales al menos 110 están relacionados con cáncer hereditario.
Los genes BRCA1 y BRCA2 son los más conocidos. Cuando presentan mutaciones, aumentan significativamente el riesgo de cáncer de mama, ovario, páncreas, próstata y otros. Estas mutaciones no distinguen entre sexos, por lo que también los hombres pueden verse afectados.
En el Hospital El Pilar contamos con una Clínica de Cáncer Hereditario, donde se realiza asesoramiento genético para pacientes y familiares con sospecha de cáncer hereditario. “Conocer el riesgo permite actuar a tiempo y tomar decisiones informadas que pueden salvar vidas”, concluye el Dr. Obiols.
¿Quién debería hacerse una prueba genética para conocer el riesgo de tener cáncer?
No todos los casos requieren pruebas genéticas. Se recomienda en personas con antecedentes familiares de cáncer (de primer o segundo grado), cánceres en edades tempranas, tumores bilaterales o múltiples, o combinaciones de distintos tipos de tumores dentro de los familiares.
Un mensaje de esperanza
Si estás enfrentando un diagnóstico de cáncer, la Dra. Cordón te recuerda: “Es válido tener miedo, pero también es válido pedir información y rodearte de apoyo. No estás solo. Hoy más que nunca, el cáncer no es una sentencia de muerte.”
Y si ya lo superaste: celebramos tu vida. Gracias por recordarnos que cada día cuenta.
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