La banda guatemalteca regresa con un nuevo sencillo que explora los límites del “casi” en las relaciones: emociones crudas, beats suaves y letras que no piden permiso.
Después de presentarse ante el mundo con Luismigirl, un debut que fue todo menos tímido, Los Skeepers regresan con un segundo sencillo que promete instalarse —sin pedir permiso— en las playlists más melancólicas de la escena alternativa: “SIEMPRE”.
Con apenas dos minutos y veintiocho segundos de duración, la canción logra condensar el vértigo emocional de un vínculo que nunca fue del todo claro. No es una historia de amor ni de desamor, sino de lo que se queda en medio, donde nadie pone nombre pero todos sentimos.
Entre el deseo de claridad y la nostalgia del “tal vez”
“SIEMPRE” se construye sobre una premisa muy contemporánea: los “situationships” o los “casi algo”. Ese limbo afectivo que ni termina ni comienza, pero donde el corazón ya está comprometido. La canción no necesita explicar demasiado: el tono, la letra, la pausa entre versos, todo comunica la frustración de no saber qué somos… y saber que probablemente no seremos nada.
“Ya no queda más que pensar qué puede ser”, canta la voz principal con un tono resignado que, al mismo tiempo, exige una respuesta. Como quien ya no quiere seguir esperando en la entrada de una historia que no lo deja entrar.
Honestidad, pero con poesía
La lírica de SIEMPRE mantiene la esencia que ya había dejado ver la banda en su tema debut: frases que duelen, pero que no necesitan gritar. Son líneas escritas para quien alguna vez esperó un mensaje que nunca llegó, para quien entendió tarde que el amor no se mendiga, pero que igual lo hizo.
“Lo que haría por dejarte, verte”, se escucha como un suspiro cansado que se repite una y otra vez en la cabeza cuando aún no se cierra el ciclo.
“No darnos vuelta, solo vete”, no suena a rencor, suena a decisión. Una forma poética de decir: si no te vas a quedar, mejor no te quedes a medias.
Y cuando todo parece calmarse, llega esa línea que da nombre y fuerza a todo el track:
“Nunca terminamos, somos siempre.”
Ahí está la trampa. El recuerdo que no se borra. La historia que no se escribió, pero que igual duele como si se hubiera vivido.
Minimalismo que golpea suave, pero firme
Musicalmente, SIEMPRE es limpia, atmosférica y contenida. Los Skeepers apuestan de nuevo por un dream pop melancólico, con bases que no distraen y una producción que sabe cuándo callar para que la voz diga más.
No hay adornos innecesarios. No hay explosiones sonoras. Hay un ritmo constante, casi hipnótico, que acompaña a la letra como si caminara al lado de quien canta, sin empujarlo ni consolarlo. Solo acompañándolo en su resignación.
Los versos repetidos, las pausas entre frases y la repetición del “Heat, Heat, Heat” funcionan como un latido emocional. Como si todo estuviera contenido… hasta que ya no se puede más.
¿Qué sigue?
Con apenas dos sencillos publicados, Los Skeepers ya están posicionando su nombre como una de las propuestas emergentes más auténticas del alt-pop guatemalteco. Y si Luismigirl fue la confesión, SIEMPRE es la súplica. Lo que venga después —sea un grito, un cierre, una carta de amor o un último mensaje— seguro también va a doler. Pero también va a sonar hermoso.
“SIEMPRE” ya está disponible en todas las plataformas digitales. Y busca convertirse en el himno oficial de los que en algún momento fueron parte de un ‘casi-algo’.
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