Preguntas y respuestas de Mayo Clinic:
ESTIMADA MAYO CLINIC:
Acabo de leer acerca de un estudio que reveló que a las mujeres no se les debe extirpar los ovarios antes de la menopausia porque aumenta el riesgo de desarrollar afecciones crónicas, como enfermedades cardíacas o pulmonares y depresión. A mí me extirparon los ovarios a los 44 años, cuando me sometí a una histerectomía, y ahora tengo 55. ¿Qué puedo hacer para prevenir estas otras afecciones mencionadas en el estudio?
RESPUESTA:
En las mujeres a quienes se les extirpan los ovarios antes de los 45 años y de la llegada de la menopausia (lo que en Estados Unidos suele ocurrir hacia los 51 años), generalmente se recomienda la terapia hormonal para la menopausia a fin de prevenir los efectos negativos de la pérdida prematura del estrógeno. Sin embargo, a los 55 años de edad, la terapia hormonal para la menopausia ya no sirve para prevenir enfermedades crónicas, aunque hay varios cambios en el estilo de vida que se pueden hacer para reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Según su historial médico, otras medidas también podría ser útiles; de manera que valdría la pena hacer una cita con su médico de cabecera para revisar sus riesgos de salud y hablar acerca de cómo reducirlos.
El estudio que usted menciona, dirigido por un equipo investigativo de Mayo Clinic y publicado en el otoño, descubrió que las mujeres cuyos ovarios fueron extirpados antes de los 46 años presentaron un riesgo bastante elevado para varias enfermedades crónicas, entre ellas, depresión, colesterol alto, cardiopatía, artritis, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y osteoporosis.
La extirpación de ambos ovarios, procedimiento conocido como ooforectomía bilateral, desencadena la menopausia en las mujeres que todavía no han atravesado por ella. Junto con la menopausia, el cuerpo femenino también presenta un descenso importante del estrógeno.
Los resultados del estudio revelaron que en las mujeres jóvenes, la pérdida prematura del estrógeno a consecuencia de la ooforectomía puede afectar a una serie de mecanismos propios del envejecimiento en todo cuerpo, tanto a nivel celular como tisular, y conducir a enfermedades en varios sistemas y órganos. Eso significa que los efectos de la ooforectomía en la mujer premenopáusica son mucho más amplios y graves de lo que antes se había documentado. Debido a esos resultados, los investigadores implicados en el estudio recomendaron suspender la práctica de extirpar los ovarios para prevenir el cáncer de ovario en las mujeres que todavía no llegan a la menopausia y tampoco corren alto riesgo de cáncer.
Las mujeres que atraviesan por la menopausia antes de los 45 años tiene varias alternativas que pueden ayudarlas a reducir el riesgo para enfermedades crónicas. Varias sociedades médicas (incluidas la Sociedad Norteamericana de la Menopausia y la Sociedad Internacional de la Menopausia) recomiendan que las mujeres que atraviesan por la menopausia antes de los 45 años, sea naturalmente o como resultado de un tratamiento médico, tomen la terapia hormonal para la menopausia hasta por los menos los 51 años, a menos que exista una razón clara para no hacerlo. La terapia hormonal para la menopausia puede ayudar a evitar las consecuencias adversas y a largo plazo sobre la salud de la pérdida precoz del estrógeno.
Debido a que usted tiene más de 51 años, no existe ninguna prueba respecto a que la terapia hormonal para la menopausia la ayude a prevenir afecciones crónicas; aunque puede servir para controlar los síntomas de la menopausia, tales como sofocos, sudores nocturnos y problemas para dormir.
No obstante, si lo que desea es disminuir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas en la cincuentena y más adelante, hay varias cosas que puede hacer. La cardiopatía es la primera causa de muerte femenina, de manera que es decisivo reducir los factores de riesgo para las enfermedades del corazón. Por lo tanto, los factores del estilo de vida que son fundamentales para gozar de salud a largo plazo son mantenerse en un peso saludable, ingerir una alimentación sana, hacer ejercicio regularmente y dejar de fumar.
Además, vale la pena que converse con su médico de cabecera porque esa persona puede revisar su situación, incluidos los antecedentes médicos personales y familiares, a fin de personalizar cualquier tratamiento necesario y permitirle tanto entender como modificar sus riesgos para futuras enfermedades.
Dra. Stephanie Faubion, Clínica para la Salud Femenina de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.