Armonía en el ambiente, calidez en el servicio y calidad Premium en el café, dan el marco ideal para el nacimiento de Demóstenes Coffee & Talk, un espacio único creado para disfrutar del momento de relax con los amigos, una rueda de negocios o simplemente para leer un buen libro.
“Gracias a lo ecléctico de la decoración, Demóstenes es un café único e irrepetible en Guatemala, con espacios diferentes aún dentro del mismo ámbito, lo que permite a los clientes descubrir algo nuevo cada vez que vienen a degustar de una buena taza de café”, así lo comenta su creador, Gustavo Livon.
“Muebles hechos a mano, una cuidada carta de comida y un exclusivo café de exportación con normas SHB, demuestran el cuidado en cada detalle, para que cada visitantes se lleve un recuerdo inolvidable”, agrega Livon.
El café que se utiliza en Demóstenes Coffee & Talk proviene de la finca El Tempisque, ubicada en la falda del volcán Tecuamburro, junto a la laguna de Ixpaco, Santa Rosa. Un embalse natural que alberga la única laguna azufrada del país, brindándole a la tierra una riqueza única en minerales.
Los propietarios de la finca El Tempisque lograron que su café sea certificado con el sello Rainforest Alliance Certified que asegura a los consumidores que el producto que están comprando ha sido cultivado y cosechado usando prácticas ambiental y socialmente responsables.
Una de las claves del café de Demóstenes es que nunca se mezcla con otros granos de variedad local o de otros países. Un producto 100% puro café de alta montaña exclusivo para amantes del mejor café.
Ubicado en la 13 calle y 1ª avenida de la céntrica zona 10 de la ciudad de Guatemala, en el edificio Dubai Center, Demóstenes recibe a ejecutivos, turistas y a todo aquél que esté dispuesto a vivir un momento de relax junto al más exclusivo café de Guatemala.
Hoy, 121 años después, la pasión por cultivar el mejor café es igual de fuerte en Boris Herrarte, el quinto productor de café, que se ha convertido en un maestro en el cultivo y la torrefacción de los mejores cafés de Guatemala. Ha expandido el bosque y creado una reserva natural privada dedicada a preservar todos los seres vivos que habitan la finca, obteniendo la codiciada Certificación Rainforest Alliance.
En 1929, el café El Tempisque obtuvo el Gran Premio por gusto y calidad en la Exposición hispanoamericana de Sevilla. Setenta y dos años más tarde, El Tempisque ha ganado por dos años consecutivos el premio de la Copa de la Excelencia Guatemalteca.
“Gracias a lo ecléctico de la decoración, Demóstenes es un café único e irrepetible en Guatemala, con espacios diferentes aún dentro del mismo ámbito, lo que permite a los clientes descubrir algo nuevo cada vez que vienen a degustar de una buena taza de café”, así lo comenta su creador, Gustavo Livon.
“Muebles hechos a mano, una cuidada carta de comida y un exclusivo café de exportación con normas SHB, demuestran el cuidado en cada detalle, para que cada visitantes se lleve un recuerdo inolvidable”, agrega Livon.
El café que se utiliza en Demóstenes Coffee & Talk proviene de la finca El Tempisque, ubicada en la falda del volcán Tecuamburro, junto a la laguna de Ixpaco, Santa Rosa. Un embalse natural que alberga la única laguna azufrada del país, brindándole a la tierra una riqueza única en minerales.
Los propietarios de la finca El Tempisque lograron que su café sea certificado con el sello Rainforest Alliance Certified que asegura a los consumidores que el producto que están comprando ha sido cultivado y cosechado usando prácticas ambiental y socialmente responsables.
Una de las claves del café de Demóstenes es que nunca se mezcla con otros granos de variedad local o de otros países. Un producto 100% puro café de alta montaña exclusivo para amantes del mejor café.
Ubicado en la 13 calle y 1ª avenida de la céntrica zona 10 de la ciudad de Guatemala, en el edificio Dubai Center, Demóstenes recibe a ejecutivos, turistas y a todo aquél que esté dispuesto a vivir un momento de relax junto al más exclusivo café de Guatemala.
SOBRE EL TEMPISQUE
En 1892, José Herrarte plantó su primer árbol de café en un bosque cercano de árboles Tempisque. Combinó allí sus dos grandes pasiones: el café y el amor por la naturaleza. Los majestuosos árboles Tempisque no sólo serían los árboles de sombra perfectos para su futura granja de café, sino también el hogar de aves, mariposas y más de 100 especies diferentes de vida animal. Así nació la granja de café El Tempisque.Hoy, 121 años después, la pasión por cultivar el mejor café es igual de fuerte en Boris Herrarte, el quinto productor de café, que se ha convertido en un maestro en el cultivo y la torrefacción de los mejores cafés de Guatemala. Ha expandido el bosque y creado una reserva natural privada dedicada a preservar todos los seres vivos que habitan la finca, obteniendo la codiciada Certificación Rainforest Alliance.
En 1929, el café El Tempisque obtuvo el Gran Premio por gusto y calidad en la Exposición hispanoamericana de Sevilla. Setenta y dos años más tarde, El Tempisque ha ganado por dos años consecutivos el premio de la Copa de la Excelencia Guatemalteca.